Conciertos

 

10-04-2013

Nacho Vegas homenaje a Mike Leigh. Barts, Barcelona


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Reconozco que iba bastante intrigada al concierto de Nacho Vegas en el Barts dentro del Festival de Guitarra de Barcelona. Presentaba su espectáculo homenaje al cine de Mike Leigh, La vida es dulce. Un título ideal tanto para la filmografía del director británico como para la música del asturiano, nótese la fina ironía porque ni el cine de Leigh ni la música de Nacho son precisamente dulces. Sentados en nuestras butacas, las luces se apagaron y presenciamos un acto de amor, de amor de Vegas por las películas y las imágenes de este director. No podía parar de pensar, en lo adecuadas que eran las canciones y la música de Nacho Vegas para películas con historias tan crudas y descarnadas como las de Mike Leigh. Mientras la música sonaba, se sucedían escenas de La vida es dulce (1990) que también da título al espectáculo, Indefenso (1993), Secretos y mentiras (1996) y Todo o nada (2002).

El proyecto nació gracias al laboratorio de creación del Abycine, el Festival Internacional de Cine de Albacete que propuso a Vegas enlazar su música con un director de su gusto. El asturiano eligió a Mike Leigh que junto a Aki Kaurismäki es uno de sus directores favoritos. (Me encantaría ver la opción Kaurismäki llevada a cabo). De ahí surgieron también los proyecto sobre Robert Bresson, Kubrick o David Lynch que Christina Rosenvinge, Fernando Alfaro y Joaquin Pascual realizaron. Triángulo de Amor Bizarro y el cine de Jodoroswky protagonizaron la última edición.

Entre los temas escogidos, temas inéditos creados para el espectáculo y algunos arreglados para la ocasión. La banda que le acompaña en formato quinteto, músicos excelentes arropan a la perfección, hilando fino melodías, a Nacho vegas a la voz y la guitarra. Manu Molina a las percusiones; Abraham Boba al piano, acordeón y clarinete; Luis Rodríguez, bajo; Joseba Irazoki, guitarras y banjo y María García Palacios al chelo. Situados en semicírculo, con el cantante en un extremo y dejando espacio a la pantalla de cine, la gran protagonista.

Entre canción y canción, escenas dialogadas de las películas, pequeñas cápsulas, que tras el aplauso del público conseguían el silencio que en un cine se respira. Verdaderos mazados directos al corazón, personajes rotos y heridos que tienen una existencia triste y gris, que se ahogan en su dolor y su desesperación, en una vida tan real como la vida misma. Banda sonora en directo del mejor cine de Leigh.

Tras esta primera parte, una segunda en la que simplemente sonaron las canciones de Nacho Vegas, más pausado, más serio, quizás la seriedad que Mike Leigh le ha transmitido con sus imágenes. Pero igual de certero con su voz y sus letras. Las luces se encendieron, la película había acabado, agridulce pero deliciosa.

Fotografía: Cristina Garrote 

Autor: Anabel Vélez

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